Mientras escribo esta entrada trato de pensar cuál de los libros que he leído tiene mi diálogo favorito. Y pienso y no se me ocurre nada. Iré a hojear los que tengo en casa.
- Horas después -
¡No recuerdo ninguno! ¿Qué pongo? ¿A Harry Potter? No, muy rallado. ¿Otro? ¿Cuál? ¡¿Cuál?!
- Muchas más horas después -
Aunque no estoy segura de considerar a este diálogo como mi favorito, el tiempo se me acaba, así que aquí va el elegido. Escogí este porque cuando volví a leerlo casi me pongo a llorar. Además, ¿quién no ha leído Las Crónicas de Narnia?
(Si levantaste la mano, te has perdido la mitad de tu vida... literaria al menos).
- Por favor, Aslan - rogó Lucía -. Antes de partir, dinos cuándo podremos volver de nuevo a Narnia. Y por favor, te suplico que sea pronto.
- Mi adorada niña - dijo Aslan con mucho cariño -. Tú y tu hermano nunca volverán a Narnia.
- ¡Aslan! - dijeron Edmundo y Lucía al mismo tiempo y con voz desesperada.
- Niños - les dijo Aslan -, ustedes ya son demasiado grandes y ahora deben empezar a acercarse a su propio mundo.
- No se trata de Narnia, eso tú lo sabes - sollozó Lucía -. Se trata de ti. Allá no te veremos. Y ¿cómo podremos vivir sin verte más?
- Pero si me van a ver, mi amor - dijo Aslan.
- ¿Estás..., estás allá también, Señor? - preguntó Edmundo.
- Sí - repuso Aslan -, pero allá tengo otro nombre. Ustedes deben aprender a conocerme por ese nombre. Esa fue la verdadera razón para que ustedes vinieran a Narnia: para que conociéndome un poco aquí, pudieran conocerme mejor allá.
(Si levantaste la mano, te has perdido la mitad de tu vida... literaria al menos).
- Por favor, Aslan - rogó Lucía -. Antes de partir, dinos cuándo podremos volver de nuevo a Narnia. Y por favor, te suplico que sea pronto.
- Mi adorada niña - dijo Aslan con mucho cariño -. Tú y tu hermano nunca volverán a Narnia.
- ¡Aslan! - dijeron Edmundo y Lucía al mismo tiempo y con voz desesperada.
- Niños - les dijo Aslan -, ustedes ya son demasiado grandes y ahora deben empezar a acercarse a su propio mundo.
- No se trata de Narnia, eso tú lo sabes - sollozó Lucía -. Se trata de ti. Allá no te veremos. Y ¿cómo podremos vivir sin verte más?
- Pero si me van a ver, mi amor - dijo Aslan.
- ¿Estás..., estás allá también, Señor? - preguntó Edmundo.
- Sí - repuso Aslan -, pero allá tengo otro nombre. Ustedes deben aprender a conocerme por ese nombre. Esa fue la verdadera razón para que ustedes vinieran a Narnia: para que conociéndome un poco aquí, pudieran conocerme mejor allá.
Las Crónicas de Narnia, La travesía del "Explorador del Amanecer". Capítulo XVI.
Yo soy una de esas personas que han perdido la mitad de su vida literaria .__.
ResponderEliminarPero a pesar de eso, casi me pongo a lorar cuando leí éste diálogo. Sinff sinff
Es muy triste T.T
EliminarNo te preocupes, estás a tiempo de enmendar tu error XD Son varios libros, pero muy cortitos =)
Solo he leído El león, el armario y la bruja, y definitivamente necesito leer los demás...
ResponderEliminar¡Leelos! El final es muy bueno =)
Eliminar